2-8-2004
Alfonsina Storni
(1892 - 1938)
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Alfonsina Storni na Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes
POEMAS:
Poet's Choice
By Edward Hirsch
Sunday, March 7, 2004; Page BW12
Near the end of her life, the Argentine poet Alfonsina Storni (1892-1938) wrote a dramatic series of poems that she called "antisonnets," which appeared in her moving posthumous volume Mascarilla y trebol (Mask and Clover). These poems abandoned rhyme but maintained a traditional structure of 14 lines: two quatrains, or four-line stanzas, and two tercets, or three-line stanzas. They are argumentative poems that take the traditional subject of the sonnet, romantic love, and radically dismantle it.
Storni treats the god of love with a bracing lyricism and dark cynicism in her allegorical poem "A Eros" ("To Eros"), which introduced her final work. She had always been a radical and unconventional figure. As she declared at the outset of her career:
I am like the she-wolf. I broke with the pack And fled to the mountains Tired of the plain.
I have a son, the outcome of love without marriage, For I couldn't be like the others, another ox With its neck in a yoke; I hold my proud head high! I plow through the underbrush with my own hands.
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Yo soy como la loba. Quebré con el rebaño Y me fui a la montaña Fatigada del llano.
Yo tengo un hijo fruto del amor, de amor sin ley, que yo no pude ser como las otras, casta de buey con yugo al cuello; libre se eleve mi cabeza! Yo quiero con mis manos apartar la maleza.
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Now the woman who broke with the pack has come down to the sea with a lifetime of experience behind her. Her head is still high. Think of her in her mid-forties strolling along a sandy beach, suddenly catching a doll-like figure of Eros by the throat. Eros tries to wound her, but she is undeterred and cuts him open to uncover his inner workings. She even finds his secret trapdoor. Then she tosses him back into the sea.
To Eros
I caught you by the neck on the shore of the sea, while you shot arrows from your quiver to wound me and on the ground I saw your flowered crown.
I disemboweled your stomach like a doll's and examined your deceitful wheels, and deeply hidden in your golden pulleys I found a trapdoor that said: sex.
On the beach I held you, now a sad heap, up to the sun, accomplice of your deeds, before a chorus of frightened sirens.
Your deceitful godmother, the moon was climbing through the crest of the dawn, and I threw you into the mouth of the waves.
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HE AQUI que
te cacé por el pescuezo
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Mask and Clover concludes with a passionate homage to poetry, the antisonnet "A madona poesía" ("To My Lady of Poetry"). The poet serves a larger god. Her final book, then, commences with a lyric that uncovers the deceit of romantic love, but it closes with a romantic reaffirmation of the religious purity of her stubborn and furious art. Love may have been corrupted, but poetry remains intensely pure.
To My Lady of Poetry
I throw myself here at your feet, sinful, my dark face against your blue earth, you the virgin among armies of palm trees that never grow old as humans do.
I don't dare look at your pure eyes or dare touch your miraculous hand: I look behind me and a river of rashness urges me guiltlessly on against you.
With a promise to mend my ways through your divine grace, I humbly place on your hem a little green branch,
for I couldn't have possibly lived cut off from your shadow, since you blinded me at birth with your fierce branding iron.
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AQUI a tus
pies lanzada, pecadora,
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(The excerpt from "The She-Wolf," translated by Jim Normington, and the poems "To Eros" and "To My Lady of Poetry," translated by Kay Short, appear in Alfonsina Storni, "Selected Poems," edited by Marion Freeman. White Pine Press. Copyright © 1987 Marion Freeman, Mary Crow, Jim Normington and Kay Short.)
Hombre pequeñito, hombre pequeñito,
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Las cosas que mueren jamás resucitan, las cosas que mueren no tornan jamás, se quiebran los vasos y el vidrio que queda ¡es polvo por siempre y por siempre será!
Cuando los capullos caen de la rama dos veces seguidas no florecerán... Las flores tronchadas por el viento impío ¡se agotan por siempre, por siempre jamás!
Los días que fueron, los días perdidos, los días inertes ya no volverán. ¡Qué tristes las horas que se desgranaron bajo el aletazo de la soledad!
¡Qué tristes las sombras, las sombras nefastas, las sombras creadas por nuestra maldad! ¡Oh, las cosas idas, las cosas marchitas, las cosas celestes que así se nos van!
¡Corazón... silencia!... ¡Cúbrete de llagas!... —de llagas infectas—¡cúbrete de mal! ¡Que todo el que llegue se muera al tocarte, corazón maldito que inquietas mi afán!
¡Adiós para siempre mis dulzuras todas! ¡Adiós mi alegría llena de bondad! ¡Oh, las cosas muertas, las cosas marchitas, las cosas celestes que no vuelven más! ... |
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Quiero un amor feroz de garra y diente
Quiero un amor feroz de garra y diente
Quiero un amor que sea una tormenta
Que pueda reanimarse allí mi lodo, |
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A la memoria de mi desdichada amiga J.C.P. porque éste fue su verbo.
Yo soy como la loba. Quebré con el rebaño Y me fui a la montaña Fatigada del llano.
Yo tengo un hijo fruto del amor, de amor sin ley, que yo no pude ser como las otras, casta de buey con yugo al cuello; libre se eleve mi cabeza! Yo quiero con mis manos apartar la maleza.
Mirad cómo se rien y cómo me señalan porque lo digo así: (Las ovejitas balan porque ven que una loba ha entrado en el corral y saben que las lobas vienen del matorral).
¡Pobrecitas y mansas ovejas del rebaño! ¡No temáis a la loba, ella no os hará daño. Pero tampoco riaís, que sus dientes son finos y en el bosque aprendieron sus manejos felinos!
¡No os robará; la loba al pastor, no os inquieteís; yo sé que alguien lo dijo y vosotros lo creéis pero sin fundamento, que no sabe robar esa loba; sus dientes son armas de matar!
Ha entrado en el corral porque sí, porque gusta de ver cómo al llegar el rebaño se asusta, y cómo disimula con risas su temor bosquejando en el gesto un extraño escozor...
Id si acaso podéis frente a la loba ¡Y robadle el cachorro! no vayaís en la boba conjunción de un rebaño ni llevéis un pastor... ¡Id solas! ¡Fuerza a fuerza oponed el valor!
Ovejitas mostradme los dientes. ¡Qué pequeños! No podréis, pobrecitas, caminar sin los dueños por la montaña abrupta, que si el tigre os acecha no sabréis defenderos, moriréis en la brecha.
Yo soy como la loba. Ando sola y me río del rebaño. El sustento me lo gano y es mío donde quiera que sea, que yo tengo una mano que sabe trabajar y un cerebro que es sano.
La que pueda seguirme que se venga conmigo, pero yo estoy de pie, de frente al enemigo, la vida, y no temo su arrebato fatal porque tengo en el mano siempre pronto un puñal.
El hijo y después yo y después... ¡lo que sea! aquello que me llame más pronto a la pelea. A veces la ilusión de un capullo de amor que yo sé malograr antes que se haga flor.
Yo soy como la loba. Quebré con el rebaño Y me fui a la montaña Fatigada de llano. |
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VOY A DORMIR (Poema suicida)
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A poem by Bill Knott
Poet's Choice
By Robert Pinsky
Sunday, April 17, 2005; Page BW12 ………………………………………….. Alfonsina Storni Feeling as you wrote that the cancer quote Is on its way upstairs to the throat One breast had already flown migrant Heart de facto amazon only the sea remained Like a jealous mattress an old pillow stuffed With insomnia's phonebills the sea Is there to throw oneself at at dawn late Up all night over a poem called Voy a Dormir which says this better than this (Each time I read one by you I revise Myself my suicide is to be me instead of you) Sea that swallowed your poet throat Does not for the having of it sing less And besides only that cancer tried to float (Bill Knott's poem "Alfonsina Storni" is from his book "The Unsubscriber." Farrar Straus Giroux. Copyright © 2004 by Bill Knott.)
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